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Site description (2005 baseline):
Site location and context
La Reserva de la Biósfera Yabotí abarca uno de los dos grandes bloques de selva paranenese que quedan en Misones (el otro bloque comprende el complejo Iguazú-Urugua-í). Está delimitado, en el este, por el río Pepirí Guazú (frontera con Brasil); en el sur, por el río Uruguay; en el oeste, principalmente, por tramos de los arroyos Soberbio y Paraíso; y en el norte, por el límite sur de la zona de colonización de San Pedro. Además de los arroyos mencionados, la reserva abarca una extensa red hidrográfica que incluye las bajas cuencas de los arroyos Yabotí Miní y Yabotí Guazú o Pepirí Miní. Fuertes pendientes caracterizan gran parte de la reserva y el 50% de sus suelos no son aptos para la agricultura o implantación de árboles. El 95% de la reserva está cubierto por selva paranaense, identificándose con la comunidad de las selvas de laurel y guatambú, con manchones remanentes de pino paraná en el noroeste y centro. Casi toda esta superficie se encuentra en estado degradado, por haberse experimentado extracción maderera selectiva. No obstante, aún existen lugares donde nunca se realizó explotación, quedando el bosque en buen estado de conservación. Estos sitios se encuentran en las Reservas Naturales Culturales Yabotí Miní (parcelas 27E y 27F de la sección 1, del municipio 68) y Papel Misionero (parcela 85 de la sección 4, del municipio 31), y en sectores de las laderas de los arroyos Garibaldi, Paraíso, y Yabotí Miní.
Se han detectado 293 especies de aves. El área cuenta con la presencia confirmada de 19 especies de aves globalmente amenazadas. La harpía (
Harpia harpyja) fue registrada nidificando en la década de 1980, en los alrededores del Parque Provincial Esmeralda y recientemente (2004) fue observado un ejemplar adulto en el valle del Yabotí en la zona sur del Parque Provincial Esmeralda en cercanías de la comunidad Tacuarujú (C. Maders y H. Geier, obs. pers.). El macuco (
Tinamus solitarius) y la yacutinga (
Pipile jacutinga) tienen poblaciones densas en las áreas de mayor protección efectiva, desapareciendo en sectores donde son perseguidos en procura de su carne. El coludito de los pinos (
Leptasthenura setaria) es común en las plantaciones de pino paraná. Tienen poblaciones importantes la lechuza listada (
Strix hylophila), el gallito overo (
Psilorhamphus guttatus), la mosqueta media luna (
Pogonotriccus eximius), la tacuarita blanca (
Polioptila lactea), y la reinamora enana (
Amaurospiza moesta). Son destacables también los recientes registros del tesorito (
Phibalura flavirostris) y el ticotico ceja blanca (
Anabacerthia amaurotis), especies que en los últimos años cuentan con pocos registros en el país. La mosqueta oreja negra (
Phylloscartes paulista) fue observada recientemente en el P.P. Moconá (G. Bodrati com. pers.). Adicionalmente, el área cuenta con varias especies de importancia regional. Entre las rapaces diurnas se destacan el taguató negro (
Buteo leucorrhous), el jote real (
Sarcoramphus papa), el esparvero chico (
Accipiter superciliosus), el esparvero grande (
Accipiter poliogaster), y el milano pico garfio (
Chondrohierax uncinatus). El águila crestuda real (
Spizaetus ornatus) fue detectada nidificando en el año 2004 en el Parque Provincial Esmeralda. En el Paraje El Socorro se observó un ejemplar de águila crestuda negra (
Spizaetus tyrannus). El águila viuda (
Spizastur melanoleucus) y el atajacaminos coludo (
Macropsalis forcipata) se observan con llamativa regularidad en la mayor parte de la Reserva Yabotí. Son de destacar también los registros recientes de burlisto cabeza gris (
Attila phoenicurus, M. Pearman com. pers.) y la viudita coluda (
Muscipipra vetula). El pepitero picudo (
Saltator maxillosus), una especie recientemente confirmada para la Argentina, cuenta con varios registros provenientes de distintos puntos dentro del área siendo común en algunos sectores. Otras especies raras en Misiones que fueron registradas en el área son el tangará cabeza celeste (
Euphonia cyanocephala) y el cuclillo ceniciento (
Coccyzus euleri). El pato real (
Cairina moschata) y la tovaca colorada (
Chamaeza ruficauda) cuentan con poblaciones en distintos puntos de la reserva.
Non-bird biodiversity: Entre los mamíferos, la extensa superficie del área permite que esté presente el yaguarete (Panthera onca), como también importantes poblaciones de anta (Tapirus terrestris), ocelote (Leopardus pardalis), puma (Puma concolor), dos especies de corzuelas (Mazama spp.) y dos especies de chanchos (Tayassu pecari y Pecari tajacu), entre otros.
La propiedad de la tierra es principalmente privada (210.203 ha), habiendo algunas propiedades de dominio fiscal provincial (43.570 ha) ocupadas principalmente por las áreas protegidas provinciales. La mayoría de las tierras de Yabotí están destinadas a la conservación y la extracción selectiva de maderas nativas, aunque existen también otros manejos en superficies reducidas. En casi toda la superficie de la reserva, se explota la madera nativa, siendo las excepciones los parques provinciales, las reservas naturales culturales, la propiedad de la UNAM (Universidad Nacional de Misiones, Área Experimental Guaraní e IPS) y las plantaciones forestales (pino paraná, pino resinoso y eucalipto) y agrícolas (yerba mate). El área núcleo de la reserva, ubicada en el centro, es el Parque Provincial Esmeralda, de 30.000 ha. Actualmente, este parque recibe pocos visitantes; la reciente inauguración de una estación biológica podría posicionarlo como un sitio atractivo para la investigación. El otro lugar intangible, el Parque Provincial Moconá, de 999 ha, se encuentra en el extremo sur de la Reserva Yabotí, y es el único sitio que actualmente cuenta con flujo regular de turismo. Visitan este parque unas 3.000 personas por año, mayormente para conocer el Monumento Natural Nacional de los Saltos del Moconá, guiados por distintos operadores turísticos. Existen recientes emprendimientos ecoturísticos privados, como el Refugio Turístico Moconá con servicios de hospedaje y camping a sólo 2 km del Parque Provincial Moconá. En las propiedades manejadas por la UNAM, se desarrollan proyectos de investigación con enriquecimiento del bosque nativo. Las Reservas Naturales Culturales Papel Misionero y Yabotí Miní están destinadas a la conservación y preservación cultural de los indígenas Mbyá Guaraní que allí habitan. Dispersas, a lo largo de toda la Reserva Yabotí, existen, como mínimo, nueve asentamientos aborígenes: Yabotí Miní, Kapi-í Bate, Tecoa-ima, Tacuarujú, Kurí, Barra Chica, Její, Tacuara, y Caramelito. Siete de ellas se encuentran en propiedades privadas. Dichas comunidades practican la caza de subsistencia, incluyendo como presas a especies amenazadas como el macuco (
Tinamus solitarius) y la yacutinga (
Pipile jacutinga). También pescan, recogen frutos, crian animales como cerdos y aves de corral, y cultivan pequeñas parcelas. En el extremo sur de la reserva, se encuentra la Colonia Pepirí, de unas 20 viviendas, donde los colonos se dedican a la agricultura, ocupando una superficie alrededor de 1.000 ha.
Pressure/threats to key biodiversity
Las amenazas que afectan a esta área incluyen la falta de regulación de la extracción de la madera, la caza furtiva, el robo de madera y la potencial intrusión. Está prohibido, dentro de la reserva, el reemplazo de la selva por nuevas plantaciones de especies exóticas, limitando la explotación a la tala selectiva de madera nativa. Existe, en varios sectores, un exceso en la apertura de nuevas planchadas y caminos de obraje y muchos cursos de agua se ven afectados por la tala de los árboles en sus márgenes. Aunque los propietarios deben presentar planes de manejo por rodales, no existe fiscalización en el cumplimiento de los mismos y algunos contratistas extraen mayor volúmen de madera que el permitido. Por otro lado, la Reserva Yabotí abarca 170 km de la frontera con el Brasil, dentro de los cuales no existen puestos de Gendarmería Nacional ni de guardaparques. En recorridas por esta zona, se detectan, constantemente, cazadores y sus campamentos, planchadas donde se concentran los troncos robados y ganaderia, todos provenientes del Brasil. Distintos factores atentan contra el eficaz control y fiscalización de la Reserva Yabotí. Sólo hay guardaparques destinados para los dos parques provinciales y las propiedades manejadas por la UNAM; el resto del área no cuenta con personal de control. El importante movimiento de obrajeros genera caza cinegética y colabora con la confusión sobre el permiso y la situación legal de personas en el área. No existe un reglamento interno para el cuerpo de guardaparques provinciales, lo que genera dificultades para un eficaz control y fiscalización de la Reserva Yabotí como de otras áreas protegidas.
Existen distintas figuras de protección legal que amparan los predios de la Reserva Yabotí. El Parque Provincial Moconá (999 ha) fue creado en 1988 por decreto provincial N
o 1.434, y ratificado en 1991 por ley provincial N
o 2.854; la Reserva de la Biósfera Yabotí (253.773 ha) fue creada en 1993 por la ley provincial N
o 3.041, ratificada en el mismo año por el decreto provincial N
o 1.921, y reconocida por la UNESCO en 1995; el Parque Provincial Esmeralda (31.619 ha) fue creado en 1993 por la ley provincial No 2.932; la Reserva Natural Cultural Papel Misionero (10.397 ha) fue protegida por la Ley No 3.356 del año 1995. Otras áreas protegidas corresponden al Area Experimental Guaraní (UNaM) (5.343 ha) y la Reserva Natural Cultural Yabotí Miní (555 ha). El nivel de implementación de estas leyes varía según el predio. El Parque Provincial Moconá cuenta con un plan de manejo, mientras el resto de la Reserva no tiene. Existe un comité de gestión para tomar decisiones respecto al manejo de la Reserva Yabotí. Es vital la pronta realización de un plan de manejo para toda el área, con especial énfasis en las áreas protegidas clave como el Parque Provincial Esmeralda. Para asegurar la conservación a largo plazo de los ecosistemas de la Reserva de la Biósfera Yabotí es indispensable controlar en detalle la extracción maderera, además de bajar los actuales índices de caza y prevenir la potencial intrusión que se podría generar desde Brasil y otros sectores de la provincia de Misiones. Es necesario contar con mayores recursos humanos, económicos, y de equipamiento, para controlar efectivamente un área de tan extensa superficie, con sectores poco accessibles y de manejo tan dispar. Se hace necesaria la reglamentación de la ley de Guardaparques Provinciales para definir e instrumentar las responsabilidades y derechos de estos agentes. Asimismo, parece indispensable la creación de puestos de control de Guardaparques o Gendarmeria Nacional en sectores fronterizos para evitar la explotación ilegal de los recursos por parte de personas que cruzan furtivamente desde Brasil.
Recommended citation
BirdLife International (2024) Important Bird Area factsheet: Reserva de la Biósfera Yabotí (Argentina). Downloaded from
https://datazone.birdlife.org/site/factsheet/reserva-de-la-biósfera-yabotí-iba-argentina on 22/11/2024.