Current view: Text account
Site description (2005 baseline):
Site location and context
El Parque Nacional El Ávila se encuentra en el tramo central de la cordillera de la Costa, en el norte de Venezuela. Comprende una abrupta región montañosa que se interpone como muralla natural entre las costas del litoral central y los valles de Caracas, Guatire, Guarenas y parte de la llanura de Barlovento. Este Parque presenta diferencias altitudinales y topográficas que determinan variaciones climáticas y de vegetación muy particulares. La vegetación está representada principalmente por las siguientes formaciones vegetales: bosque xerofítico, bosque tropófilo, sabana montana, selva nublada y matorral andino. En la vertiente norte, la vegetación es de bosque, el cual se distribuyen en función de la altitud. Entre los 100 y 150 m de altitud se observa el bosque xerófilo, donde prevalecen las especies
Acacia flexuosa, Acacia glomerosa, Prosopis juliflora, Caesalpinia coriaria, Capparis sp. y
Bursera simaruba. Entre los 500 y 1.000 m se presenta el bosque tropófilo en donde destacan las especies
Clusia rosea, Hura crepitans, Tabebuia chrysantha, Erythrina poeppigiana y
Cordia alliodora. La vertiente sur, que da hacia la ciudad de Caracas, presenta sabanas de origen antrópico, producto de la tala, pastoreo e incendios que han hecho retroceder al bosque. Aquí predominan
Melinis minutiflora, Panicum maximum, Hyptis coccinea, Dodonaea viscosa, Oyedaea verbesinoides y
Clusia minor. La selva nublada se presenta en la ladera norte desde los 900 m y en la ladera sur a partir de los 1.500 m. En esta selva los árboles son de porte elevado y perennifolios, y poseen en sus troncos una gran variedad de especies de las familias Orchidaceae, Bromeliaceae, Araceae, Peperomiaceae, Gesneriaceae, Rubiaceae y Myrtaceae. El tramo que comprende el pico Occidental, la Silla de Caracas, el pico Oriental y la fila Maestra, hasta el pico Naiguatá, presenta una vegetación característica de subpáramo arbustivo costero, constituido por arbustales abiertos de 1 a 3 m de alto, con un estrato herbáceo relativamente bien desarrollado, siendo las especies más características
Espeletia neriifolia, Bejaria glauca, Chusquea spencei, Agrostis humboldtiana y
Excremis coarctata (INPARQUES-MARN 1983, Urbina 1992). El gran interés en El Ávila se hace evidente en el número de investigaciones realizadas, ya que Carlsen (1999) muestra una lista de 83 trabajos de investigación. Entre las investigaciones realizadas en El Ávila se encuentran un listado de especies de hongos realizado por Iturriaga y Jackson (1988) y un inventario de mamíferos realizado por Naveda (1988). Recientemente, W. Meier realizó una investigación acerca de la flora y vegetación (en 1998) y C. Sharpe realizó el inventario de aves en 2001. La mayoría de los programas de conservación están dirigidos a la búsqueda de soluciones para los incendios forestales. Actualmente, INPARQUES realiza labores de reforestación y mantenimiento del cortafuegos de la ladera sur, mediante alianzas estratégicas con varias empresas privadas venezolanas, entre las que se encuentran Embotelladora Chinotto y Panamco, principales financistas del programa. El Proyecto Ávila es una alianza que trabaja actualmente por la conservación y el mantenimiento de un sector de los cortafuegos ubicado en el este de Caracas. Esta alianza está compuesta por la Universidad Metropolitana, cuyo campus limita con el Parque, INPARQUES, la organización conservacionista Vitalis, FUNDARBOL y la empresa petrolera Exxon Mobil. Sus acciones fundamentales son la rehabilitación del cortafuegos adyacente a la Universidad Metropolitana, diseño de un vivero con fines didácticos y productores para reforestar algunas zonas del Parque, sensibilización ambiental de la comunidad universitaria, formación ambiental en temas y áreas estratégicas para la gestión del Parque Nacional. El Ministerio del Ambiente y de los Recursos Naturales ejecuta, desde el año 2002, un programa nacional de protección contra incendios forestales, el cual incluye acciones de prevención, capacitación, mantenimiento de cortafuegos, reforestación y firma de convenios con empresas privadas y públicas. El Ministerio de Ciencia y Tecnología adelanta un proyecto de investigación con la finalidad de definir soluciones urbanísticas y de ingeniería que eviten nuevas tragedias como la que ocurrió en el estado Vargas en 1999 (ParksWatch 2003f).
Se han registrado un total de 493 especies de aves, representando el 36% de la avifauna venezolana. Entre las aves se encuentran nueve especies endémicas de Venezuela:
Sternoclyta cyanopectus,
Synallaxis castanea,
Syndactyla guttulata,
Grallaricula loricata,
Scytalopus caracae,
Pipreola formosa,
Phelpsia inornata,
Pogonotriccus venezuelanus y
Tangara rufi genis (Sharpe 2001).
Non-bird biodiversity: En El Ávila se han registrado más de 1.800 especies vegetales, pero algunos botánicos piensan que la cifra podría llegar a 2.000. Varias de estas especies son endémicas de la cordillera de la Costa como Verbesina laevifolia, Palicourea pittieri, Monochaetum humboldtianum, Arcytophilum nitidum y Gyranthera caribensis. Otras plantas que están presentes en las zonas altas de El Ávila también se encuentran en los Andes, como Libanothamnus neriifolius, Liabum megacephalum, Cinchona pubescens y otras 13 especies más. Las especies vegetales más abundantes en la zona de subpáramo son Libanothamus neriifolius, Arthrostylidium subpectuinatum y Chusquea spp. Estas últimas crecen desde los 1.400 m en adelante. Al menos 17 especies de plantas son endémicas de El Ávila, entre las cuales están Archyrocline flavida, tres Sapindáceas del género Paullinia y la herbácea Warreella cyanea (Steyemark y Huber 1978, Manara 1998a). El Parque alberga 180 especies de orquídeas, entre ellas Cychnoches chlorochilon, Stanhopea wardii, Schomburgia undulata, Epidendrum fi mbriatum, Lycaste macrophylla, Oncidium papilio, Brassavola cucullata, Acineta superba y la fl or nacional, Cattleya mossiae. Algunas especies como Oncidium zebrinum y O. falcipetalum fl orecen en las zonas más altas del subpáramo avileño y se les encuentra también en los Andes venezolanos, colombianos e incluso peruanos (Steyemark y Huber 1978, Manara 1998a). En las zonas boscosas de El Ávilase pueden encontrar líquenes y hongos que destacan por su rareza o hermosura, como Phallades sp., Morcella sp., Clavaria sp. y Myriostoma coliforme, endémica de El Ávila. Una especie de pteridofi ta, Lycopodium caracasum, es también endémica del Parque (Steyemark y Huber 1978, Manara 1998a). La fauna del Parque es altamente diversa. En sus bosques se alojan más de 120 especies de mamíferos, aproximadamente 20 de anfibios y otras 30 de reptiles, siendo uno de sus mayores atractivos las casi 500 especies de aves que se pueden observar en el Parque. En los bosques de El Ávila se encuentran mamíferos como Tapirus terrestris (VU), Alouatta seniculus, Bradypus variegatus, Dasypus novemcinctus, Coendou prehensilis, Tamandua tetradactyla, Cerdocyon thous y Mustela frenata (Naveda 1988, Manara 1998a). Más de 100 especies de mariposas han sido reportadas en El Ávila, entre las que encontramos Metamorpha epaphus, Dione moneta, Morpho peleides, Daethria mesticus, Chlosyne lacinia y Oleria stella (Manara 1998a).
Pressure/threats to key biodiversity
Los incendios forestales representan el principal problema del Parque. En el año 2001, los incendios devastaron 384 ha de vegetación, superando en gran medida el total de los años 1999 y 2000, durante el cual se quemaron 106 ha (ParksWatch 2003f). Además, el Parque en todo su perímetro limita con áreas urbanas, lo cual ha creado grandes problemas de expansión humana dentro del Parque. Una de las zonas de mayor intervención es la vertiente norte, en donde existen más de 30 barrios marginales con una población no menor de 160.000 habitantes (Díaz 1989). Otros problemas son la cacería ilegal, la deforestación y el teleférico. En la vertiente norte y parte este de la vertiente sur del Parque se realiza cacería furtiva de varias especies de mamíferos, reptiles y aves. Igualmente, en estas vertientes se presentan problemas de deforestación originados para la creación de cultivos familiares de subsistencia, provocando graves problemas al suelo y a la vegetación del lugar (Díaz 1989). El Ávila ha sido, desde siempre, una referencia importante para los habitantes de la ciudad de Caracas, quienes han usado la montaña para diversas actividades, varias de las cuales podrían poner en riesgo su conservación como Parque Nacional. En 1956 se inauguraron un hotel y un teleférico para subir a la cumbre del pico Ávila (2.135 m) y descender hasta la ciudad de Macuto en el mar Caribe. El teleférico ha sido reinaugurado luego de 20 años fuera de servicio y, debido al gran número de personas que lleva hasta el cerro Ávila sin un adecuado manejo, podría convertirse en una amenaza seria (ParksWatch 2003f).
Esta área fue declarada Parque Nacional el 12 de diciembre de 1958 mediante el Decreto No. 473 publicado en la Gaceta Oficial No. 25841 (18/12/1958).
Recommended citation
BirdLife International (2024) Important Bird Area factsheet: Parque Nacional El Ávila and surrounding areas (Venezuela). Downloaded from
https://datazone.birdlife.org/site/factsheet/parque-nacional-el-ávila-and-surrounding-areas-iba-venezuela on 22/11/2024.